jueves, 19 de mayo de 2016

Click...

Y de pronto me vi frente a su chat. Escribiendo y borrando mensajes. ¿Un saludo? ¿Un te extraño? ¿Quiero verte? Comencé a pausar mis dedos, ya no sabia si realmente quería escribirle, si de verdad quería verlo, aunque fuese una última vez, comencé a dudar y mis dedos ya no escribían. La ventana del chat estaba vacía, el siguiente click fue para cerrar el chat en el celular. Lo quiero, pero ya no puedo, podría aún mandarle un msj, el orgullo por Amor siempre lo pierdo, pero no era el orgullo, era cansancio, porque un msj y su tardía respuesta solo podría desencadenar la misma historia sin sentido de siempre. Y esa historia cariño, me aburre, ya la sé de memoria. Mis dedos seguían temblorosos, pero decididos a que el siguiente click fuese para bloquear el celular y nada más...

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